Nos desplazamos hasta Málaga para correr la cuarta y última maratón de montaña del circuito alpino.
Llegamos a la salida sobre las 7:15 de la mañana, habiendo dormido poco por haber llegado de madrugada a la ciudad andaluza.
Recogimos el dorsal, desayunamos un café y bollos gracias a la organización y nos pusimos nuestras mejores galas.
Con 10 minutos de retraso la carrera comenzó a las 8:10 de la mañana. Ya había amanecido y hacia una magnifica temperatura, nada que ver con la última carrera en Galicia, o la anterior en Vitoria.
Toda la primera gran subida la hicimos en gran parte corriendo ya que era una subida muy larga pero suave y cómoda.
Yo a mitad de cuesta empecé a notar que íbamos a un ritmo demasiado alto para mí así que me controle un poco y sobre el kilómetro 8 Lara ya se despegó de mí y no le volvería a ver hasta la meta.
Tras coronar el primer puerto vino una rápida bajada que nos «comimos» enseguida, y pronto el camino volvió a subir.
A mitad de esta segunda subida yo empecé a tener algún amago de calambre en los cuádriceps. Ya estamos otra vez!! De verdad que no sé qué problema tengo o que hago mal pero en las dos carreras con desnivel (Madrid y Málaga) he tenido problemas de calambres, y relativamente pronto, solo llevábamos un par de horas o poco más. Había comido varios plátanos así que por potasio no creo que fuese. Es posible que no me hubiese hidratado bien durante la semana.
Por suerte la subida no era ni muy técnica ni muy pronunciada y lo fui llevando medio bien simplemente bajando el ritmo un poco.
Tras coronar este segundo puerto nos encontramos un avituallamiento que nos pusieron rico salchichón para comer. Esto sí que daba fuerzas!!
A partir de este punto nos quedaba bajar bastante y volver a subirlo, hasta este avituallamiento de nuevo.
Yo cuando comencé este tercer y último puerto iba bastante jorobado con los calambres. No me veía muy mal de fueras pero no podía apretar el ritmo porque se me subían los cuádriceps. Así que a un ritmo más modesto de lo que me hubiese gustado fui comiéndome kilómetros. Este último tramo se me hizo muy largo por esa lucha interna del querer y no poder.
Cuando volví a salir al avituallamiento del salchichón fue todo un alivio pues indicaba que todo lo que quedaba era cuesta abajo.
Me pegue a otro tío y comencé a bajar corriendo, intentando arrastrar los pies todo lo posible para usar lo menos posible mis cuádriceps.
Era una carrera más dura que las anteriores así que supuse que tardaría unas 7 horas. Pero cuando estaba a unos 10 km de meta y todo cuesta abajo llevaba unas 5 horas así que me planteé que incluso sería posible bajar de las 6 horas. Entre calambres apreté un poco el ritmo pero me tuve que parar dos o tres veces a estirar así que perdí tiempo en varias ocasiones. Además en un par de repechos que nos encontramos tuve que echarme a andar, y despacito.
Mirando continuamente el reloj llegue al cartel de 500 m para meta y mi reloj marcaba 5h 59m 30sg así que ya tire la toalla y me lo tome con calma.
Al final entre en 6h 02 m. Lara lo había hecho bastante rato antes.
Sea como fuese habíamos completado nuestra cuarta carrera y por lo tanto habíamos terminado el circuito alpino 2011, que era el objetivo.
Ahora a medio colgar las botas por un tiempo, que es muy sacrificado entrenar para estas carreras.