Tras dejar atrás Ullapool pusimos rumbo al que seguramente sea el castillo más famoso de Escocia, el castillo de Eilean Donan. El día no nos acompañó en absoluto pero tuvimos momentos en que la lluvia nos dio un poco de tregua y pudimos darnos una vuelta y hacer algunas fotos.
No llegamos a entrar al castillo porque teníamos un largo día por delante, camino de la isla de Skye, pero creo que el mayor encanto del castillo está en su exterior.
Nuestra próxima parada fué para ver The Old Man of Storr. Otra espectacular formación rocosa. Aparcamos el coche y tras unos 20 minutillos andando bajo la lluvia y barro por todos lados llegamos a la falda de este monolito. Estuvimos un rato dando vueltas porque prácticamente todo el tiempo estuvo tapado por las nubes, pero al final lo pudimos ver. El camino hasta allí era espectacular con los colores tan intensos de la hierba, y ese techo de nubes que no nos dejaba ver las crestas de las montañas.
Con los pies bien mojados y llenos de barro seguimos nuestro camino dirección norte, por la costa Este de la isla de Sky hasta que llegamos a Kilt Rock, una cascada que cae directamente al mar.
Y continuando un poco más la carretera pasamos a la parte Oeste de la isla por una especie de puerto de montaña que pasa por una zona llamada Quiraing y que es una maravilla de sitio, aún con el tiempo bastante regular que nos estaba haciendo.
Desde ahí nos fuimos buscando algún lugar remoto y lo mas abierto al mar posible para intentar ver alguna foca, que se supone que es relativamente fácil. Al final acabamos en Coral Beach. Dejamos el coche en Claigan (así viene en google maps) y desde ahí andamos por la pista, durante unos 30-40 minutos hasta llegar a la playa, de arena blanca y muy tranquila.
Estuvimos un rato por allí sin ver ninguna foca y a la que volvíamos, ya sin esperanzas, vimos alguna que estaban a unos 20 metros, dentro del agua. Estuvimos allí un rato viendo como se zambullían, pero ninguna se acercó, ni la vimos fuera del agua. Aún así nos quedamos hasta que empezó a atardecer, lo cual mereció la pena.
Al día siguiente nos enteramos de Fairy Glen, una pequeña zona (creo que estaba justo antes de llegar a Uig) que parece sacada de otro mundo. Recuerdo salirnos de la carretera por una pista de tierra y a los pocos minutos el paisaje de repente cambió completamente. Espectacular el sitio…
Nuestro siguiente destino era el monte Ben Nevis, el mas alto de Reino Unido con sus 1344 metros. Al llegar el cielo continuaba completamente encapotado así que nos dedicamos a dar una vuelta por la zona de visitantes y avanzar un poco por una pista hasta donde pudimos llegar con el coche y nos dimos la vuelta. De ahí rumbo a Fort William, donde hay un precioso monumento al famoso William Wallace.
Y desde ahí finalmente nos dirigimos a nuestra última parada en Escocia, la capital Glasgow. Es una ciudad muy grande e industrial con lo que tiene poco atractivo turístico, pero visitamos un parque enorme que tiene, que era espectacular, con un río que lo atravesaba con cascadas y todo en un plan muy salvaje.
El resumen de todo el viaje se puede ver en este mapa donde está plasmado el viaje a groso modo, sin contar todos los desplazamientos diarios. Calculando a ojo nos haríamos unos 4.000 km en total en el viajecito. Mucho coche, pero principalmente fue por cruzarnos toda Inglaterra para llegar a Escocia. Aún así mereció la pena.
