Los varios días de nieve no nos frenaron para acercarnos a uno de los sitios más típicos de esta zona, que es Stonehenge, lo que se cree que fue un monumento religioso de finales del Neolítico.
La parte positiva de haber ido aquel día fue que pudimos tomar unas fotos bastante inusuales de este lugar, pero por la misma razón (la nieve), no pudimos entrar en el recinto y contemplarlo más de cerca ya que estaba cerrado. Así que nos tuvimos que contentar con tomar fotos desde fuera de la valla. Una pena porque nos pilla un poco lejillos de casa pero bueno, tampoco es que se vea mucho más entrando dentro, simplemente te acercas un poco. De cualquier forma no puedes llegar a tocar las rocas y te tienes que quedar en un camino que hay rodeando las piedras a una distancia prudente.
Dado el día que hacía como podéis suponer no estuvimos mucho tiempo por allí y en seguida nos fuímos a Salisbury que es una ciudad cercana bastante famosa.
Como no podía ser de otra forma tenía una preciosa catedral, con unas estatuas que parecían tener frío las pobres…
Y para acabar la mañana una buena comilona, eso si, sin quitarnos el gorro, que hacía un frío que pelaba.