Hace unos meses estuvimos en este cañón y nos dejó muy buen sabor de boca, aunque tenía muy poquita agua.

Por eso, decidimos volver este fin de semana, tras las nieves y lluvias caidas en los últimos días. Y como era de esperar no nos defraudó.

En esta ocasión traía bastante más agua lo que lo hizo mucho más bonito e interesante. Toboganes en los que se corría mucho y algún pequeño rebufo sin ningún peligro.

Lo más duro fue que en esta ocasión solo teníamos un coche y no supimos encontrar la senda que remonta el cañón, con lo que subimos por la carretera. Y subir por la carretera fueron 8 kilómetros andando por el asfalto, en su mayor parte cuesta arriba.

Y bueno, el frio también estuvo presente, parece que hizo calor en toda España menos allí :-). Pero bueno, eso no nos incomodó porque realmente lo pasamos muy bien.

Las fotos las pondré en cuanto me las pasen….. esta semana. De momento una para abrir boca.