Seguimos con los experimentos con Snowblades

Creo que tendré que abrir una sección de I+D+I en la web 😛

Para terminar de hacer el invento y minimizar el riesgo de terminar con un tobillo maltrecho ayer me compré en el Trocathlon unas botas del año de maricastaña y las destripé un poco.

Aquí podemos ver a las víctimas, una de ellas con serias mutilaciones ya.

Aquí podemos observar los miembros amputados de las víctimas. El resto está en la basura ya.

Tras el momento sierra y alicates tocaba hacer una prueba del invento. En este caso cogí una de las botas plásticas ASOLO y me la apreté realmente en serio, con todas mis ganas. En el otro pie una bota de esquí.

Realmente tras apretármelas realmente bien no había mucha diferencia. Me era completamente imposible andar con las botas plásticas de lo rígidas que estaban (por apretarlas tanto), pero aún seguía habiendo algo de diferencia con las de esquí.

Me puse los plásticos quitados de las otras botas por encima y los apreté. Quedan bastante bien, sin molestar lo más mínimo y la bota adquirió mucha más rigidez. Realmente no noté casi diferencia con el otro pie, en el que tenía la bota de esquí, excepto que parecían ser bastante menos cómodas al necesitar de una presión sobre el pie mayor para obtener la misma rigidez.

No tiene mala pinta el invento. Ocupa muy poco y junto con el apretar las botas mucho consiguen una rigidez muy muy buena, diría que equiparable a una bota de esquí. El único problema que veo es que puedan llegar a molestar tras un rato esquiando ya que tienen que ir mucho más apretadas que las botas de esquí. Habrá que hacer pruebas de campo. El problema es que este finde nos vamos fuera así que tendrán que esperar un poco más.

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