Para rematar el finde de semana, como siempre, complementamos Río Verde con Bermejo. Había estado toda la semana lloviendo y en Rio verde se apreciaba la lluvia. Era mínimo pero se notaba que iba algo “crecido”. Así que no tenía muchas esperanzas de pillar el barranco del Bermejo facilito, lo cual era requisito indispensable en este caso.
Además la gente estaba cansada del día anterior y hacía bastante frío. Pero cuando llegamos ví que el caudal estaba dentro de lo normal. Juguetón de agua, pero sin problemas, como la primera vez que lo hizimos. Así que nada, para dentro.
Este en concreto lo hizimos mi padre, mi hermano y yo. Esto estaba claro. Mi padre lleva toda la vida escalando, haciendo alta montaña, windsurf, ahora parapente, etc… vamos, que no es que se asuste, y le encantan estas cosas. Además se le había quedado la sensación tras río verde de que era un deporte un poco “soso” y facil.
Por otro lado mi hermano… pues eso, como se va a quedar el chaval en el coche?? se apunta a lo que sea. Y yo…
Al final fue perfecto, ni una sola pega, excepto el frío, que en los pies (mi padre y yo sin escarpines) al final era realmente insoportable. Pero como lo hizimos muy rápido fue una simple anécdota.
Tardamos unos 50-55 minutos y se hizo muy ameno. Todos bajamos muy bien y en este caso tanto mi padre como mi hermano se lo pasaron mucho mejor, ya que este cañón requiere un poquito más de técnica y el agua te hace “sufrir” un poco más.
Al final mi padre se llevo otra impresión. Digamos que le vio los cuernos al toro, y vio que de facil y soso nada, que se puede poner el tema complicado y requerir una buena ración de técnica.
Ahora ya me están pidiendo cita para que les lleve a otro lado…