Así acabo de bautizar a la la salida artificial, y nunca mejor dicho, de la cueva de reguerillo.

Resulta que este fin de semana estuvimos por Patones escalando un poco y ya que íbamos quise acercarme a la cueva a ver si estaba abierta.

La sorpresa fue mayúscula al descubrir que estaba abierta… y tanto. La pequeña abertura por la que parecía que te paría la madre tierra se había convertido en una puerta como las de mi casa.

Estuvimos dando una vuelta hasta las piernas de Sofía y vimos varios murciélagos, cosa que no había visto nunca ahí dentro. La verdad es que te pegaban unos sustos cuando de repente algo pasaba planeando a un palmo de tu cabeza….

Intentamos subir el paso del estribo pero alguien ha tapado el agujero que había en la parte superior y que servía de cazo para la mano, y la verdad es que sin él no nos vimos capaces de subir sin jugarnos una buena leche. Pues vaya !!

Por lo demás poco más que resaltar. No se si está abierta o no la entrada principal pero supongo que volveremos a mirarlo dentro de poco, y ya más preparados para darnos una vuelta por el tercer piso.

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